Gran debut del Bodo Molitor. Grande a base de temazos. De versiones tremendas, que hacen mover los pies, la cabeza, el cuerpo. Contundentes y precisas, primitivas y con demasiado sentimiento. En ocasiones se escuchan flojos, pero sin llegar a decepcionar, aunque, lejos de cumplir las expectativas de todos.
Su cantante, el Alemán, Bodo Molitor, lucia una caballera muy al estilo de Sean Boniwell y su música parece beber directamente de el: canciones donde la guitarra, el órgano y la voz, alternan protagonismo. Donde la lisergia y las vibras psicodelicas están hasta el tope. Empezando por el magnifico diseño de la portada, hecha por el propio Bodo.
Los dieciséis temas ( dos instrumentales) que completan este álbum van por ese camino: Rock autentico, rock and roll sin coartada, con la mejor excusa que pueda tener alguien al poner un disco: el de pasársela increíble.
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