A la Fresa Ácida le encantaba hacer
fiestas. Fiestas psicotropicas donde se aventaban sus buenos covers. Su
trompetista participaba en otro grupo que se llamaba el Klan; así que a
veces los carnales de El Klan acudían a tales fiestas y se echaban sus
canciones, que terminaban grabadas en discos como este.
Realmente, se oyen falsos esos aplausos, gritos y ovaciones, al inicio o al final de los temas, mas eso no quita que el grupo salga victorioso.
Lo ofertado es una buena colección de canciones con el típico sonido soul-bubblegum-psicodelico mexicano, es decir: maravillosas armonías, vientos con sabor a verano, pegadizos arreglos, voces melodiosas y mucha diversión. La manera en que interpretan las canciones es aleatoria, a veces instrumentales, luego cantadas en español y hasta una canción se la echan en inglés.
Realmente, se oyen falsos esos aplausos, gritos y ovaciones, al inicio o al final de los temas, mas eso no quita que el grupo salga victorioso.
Lo ofertado es una buena colección de canciones con el típico sonido soul-bubblegum-psicodelico mexicano, es decir: maravillosas armonías, vientos con sabor a verano, pegadizos arreglos, voces melodiosas y mucha diversión. La manera en que interpretan las canciones es aleatoria, a veces instrumentales, luego cantadas en español y hasta una canción se la echan en inglés.
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